JERRY SHEERIN
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Pasándolo en grande es el título que Jerry Sheerin dedica a uno de sus cuadros, cifra e indicio del juego (en el doble sentido, de riesgo y diversión, implícito en el vocablo) que él, en su día, se propuso y no nos propone. En grande debió pasarlo el artista cuando pintó este cuadro y otros cuantos más (Un poco asustado, Una pequeña amenaza, Siempre hay días así, Eramos cinco menos uno ... ), y en grande quiere que lo pase quien ahora se lo echa a los ojos. Todo en esta exposición es juego o sinónimo de juego, con su faz placentera, su envés inquietante y un desenfadado sentimiento de magnanimidad.Para pasarlo en grande se requiere concebir y aceptar una perspectiva sin límites en que las reglas del juego excedan todo cálculo y, de espaldas a las manecillas del reloj, se convierta el acto del jugar en pasatiempo absoluto. Procedente del campo de la arquitectura, Jerry Sheerin (nacido en Chicago hace 45 años y afincado, hace diez, entre nosotros) conoce a las mil maravillas el juego del perspectivismo en general. Sepa el lector que Sheerin ha trabajado con arquitectos de la talla de Elbasani, Isozaki, Charles Moore.... y que al lado (¡nada menos!) de Kenzo Tange logró el primer premio en el plan de reconstrucción de la ciudad de Skoplie, en Yugoslavia. EL PAIS - 13/04/1978 |