Jose Luis Sánchez
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Por más vueltas que se den a su recién inaugurada exposición, resulta José Luis Sánchez ser autor de una escultura única, reiterada, recreada, hueca o compacta, miniaturizada o colosalista, en relieve, en forma de collage, confiada a la piedra, a la chapa, al bronce, sorda o refulgente, áspera o dúctil al tacto... , pero única. Y ello, en principio, no es malo, síntoma incluso de que el artista ha descubierto su lugar y su objeto, y ejemplo, también, de una forma de proceder no poco común del arte contemporáneo.No es difícil advertir cómo singulares maestros del arte nuevo (Mondrian a la cabeza) fueron, realmente, autores de una sola obra. Aludiendo a algunos de ellos (Still, Rothko, Newman, Louls, Noland...), ha dejado escrito Henry Gelzdahler: «Durante estás últimas cuatro décadas los mejores artistas han limitado las trazas e incluso los formatos de sus obras de tal modo que toda una carrera, toda una vida creadora, consiste en cambios resonantes sobre un mismo tema». EL PAIS - 20/01/1977 |