Frente al carácter de posesión del espacio que comúnmente ha venido definiendo la propiedad de la escultura, Heidegger la plantea y define como pura y resuelta liberación espacial, encarnada en la materia. No se trata de poseer, ocupar o indicar el espacio (todas las cosas, a fin de cuentas, indican, ocupan y poseen espacio). La escultura es, más bien, la demarcación de un ámbito real, libre, abierto, en el que los objetos creados cobran su propia densidad, dimensión y consistencia material. A la luz de la definición heideggeriana, la obra de Subirachs no pasa de ser una representación alegórica de las cosas de la costumbre. Las cosas que hace Subirachs poseen ocupan e indican el espacio como las cosas de la costumbre diaria. Ni por asomo se da en cualquiera de ellas aquella facultad de liberación espacial que confiere a los objetos creados una dimensión peculiar encarnada en su propia e inalienable materia.
Ni siquiera son cosas en sentido estricto. Las supuestas esculturas, de Subirachs no acaban de desprenderse de la superficie: aparecen como proyecciones o prolongaciones del plano a manera de ilustraciones o estampas, viniéndoles de la sugerencia del perspectivismo, de la Ficción visual (del tromp l'oeil) una cierta apariencia de cosas. A medio camino entre el plano y el volumen (no deja de ser sintomático que el propio artista haga confluir pintura y escultura en más de una de sus obras) quedan todas en una suerte de alegorías, alusivas al fantasma de lo erótico-funerario.
La adecuación entre liberación espacial que cada escultura debe hacer propia, y la específica materia que reclama como suya, brilla aquí por su ausencia, así como el trato directo con la corporeidad de lo creado: el vaciado pasa al bronce, el bronce a la escala y la escala a la mano ajena (a la del sacador de puntos). Lo mismo que éstos son los materiales, pudieron ser otros y otras sus proporciones. No está bien, por último, que el catálogo sea un plagio descarado (la culpa, a quien la tenga) del que Juan Haro diseñó, con su ingenio, para la presentación de sus esculturas (esculturas de muy distinta índole material y formal).
EL PAIS - 20/01/1977
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