Incidentes e incidencias (18/03/1986)
Les advirtió Calviño que hasta las 20 horas no dijeran ni una palabra, y los «chicos de la tele» lo interpretaron al pie de la letra. ¡Bastante lucimiento habían deparado al «ente», la víspera misma del «día reflexivo», los Campo, Colom, Sopeña, Vidal... y la Mateo! La consigna del orondo jefe atendía (suponemos) a la emisión de juicios o anticipación de los resultados: “¡Nada de enjuiciar y nada de anticipar!” Y lo mejor en tales casos, para eludir responsabilidades y aliviar tareas, el no decir absolutamente nada. Tomaron unos cuantos planos de los personajes más significados a la hora del voto y los fueron repitiendo, sin más, a lo largo de la mañana y la tarde.
¿Algún adorno? La sistemática modulación (a modo de cantinela o letanía) de esta frase: “No se han registrado incidentes”. Se interrumpía de vez en cuando, bajo el señuelo del «avance informativo», el programa en curso y volvían a hacerse presentes en la pequeña pantalla los rostros risueños de González, Guerra, Suárez, Fraga, Carrillo…tal cual habían aparecido horas antes y tornarían a hacerlo horas después. Y la escena seguía subrayada por la jaculatoria que los miembros de cada familia coreaban entre carcajadas: « la jornada transcurre sin incidentes... o incidencias»
«Incidente» c «incidencia» provienen del verbo latino “incidere”: (in-caedere), que significa «cortar». Ambas voces incluyen en su recta acepción etimológica la idea de «fraccionar», de «seccionar», del mismo modo que «incisión» equivale a «tajo», e «inciso» comulga con o separación». Se llama, en fin, «incisivo» a aquel que por lo cortante de sus opiniones resulta hiriente y mordaz. En su anual significado, «incidente» e «incidencia» siguen respondiendo a la acción o al efecto de «cortar» o «interrumpir» ocasionalmente la marcha de un asunto con el que guardan relación.
Decir que el día del referéndum transcurrió sin incidentes constituye una de las inexactitudes más gruesas que uno se haya echado al sentido.
¿Que otra cosa es una «jornada de consulta», sino suma y sigue de incidencias sobre el diario quehacer? Veamos: se produce un sesgo súbito en la relación laboral y otro en la vida escolar (el colegio docente pasa por unas horas a convertirse en colegio electoral, y la silla del maestro se acomoda a las posaderas del presidente de mesa); pasean las gentes por la callean hora inhabitual; depositan el sobre en una urna transparente en lugar del hermético buzón...
No negaré que la frase de marras se ha generalizado (con error) en todos los sectores de la Prensa. Quiero simplemente indicar que nuestra incomparable TVE la tomó como horma, norma, cifra e ilustración única de las reiteradas y reiteradas imágenes con que nos obsequió en fecha tan señalada y colmada de incidentes e incidencias. Y cuando el locutor de tumo llegaba al éxtasis de la expresión, vino el ministro Barrionuevo a provocar el último incidente, pronunciando, una y otra vez, «sis» (con aire de estornudo) y “nos” (con acento mayestático), en vez de «síes» y «noes», cual prescriben los usos.
DIARIO 16 - 18/03/1986
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