REDUCCIÓN Y EXTENSIÓN
La práctica del diseño gráfico se basa ante todo
en la condición reductiva (y atractiva) de los signos. No deja
de ser sintomático que una de las corrientes artísticas
más actualizadas se autobautice "minimalismo", con
toda una serie de precisiones y denominaciones en las que resplandece
la idea de reducción: "minimal-art", "cool-art",
"ABC-art", "arte de las estructuras primarias"...
¿Otros síntomas o indicios? Para Mies van der Rohe, uno
de los más lúcidos arquitectos y diseñadores de
nuestro tiempo, el atractivo entero de la expresión (gráfica
o tectónica) radica y se multiplica en su propio carácter
reductivo. "Menos es más", fue la máxima (mínima)
de todo su quehacer.
En realce de su propio atractivo, el escudo de la Comunidad Autónoma
de Madrid ha de acatar todo el esmero de una pauta reductiva que venga
a distinguir tanto el contenido como la forma. Por lo que a ésta
concierne, se aconseja el empleo estrictamente geométrico de
la línea, sin otro adorno o pormenor que su propio discurso o
lo creciente y menguante de su grosor e intensidad. Igualmente aconsejable
parece la exclusión de los "cuarteles" tradicionales.
El escudo ha de quedar conformado por la sola relación de los
signos que lo integran. Su disposición equilibrada y armónica
la dará carácter, entidad y apariencia de tal, fácil
de identificar y reconocer.
La reducción ha de afectar, igualmente, a los contenidos. Tomando
pie del que hoy representa a la ciudad de Madrid, el escudo aceptará
únicamente aquellos símbolos que permitan su extensión
al resto de la Comunidad, renunciando a aquellos otros que más
y mejor caracterizan a la capitalidad en cuanto que capitalidad: el
oso y el madroño.
La elisión de estos dos símbolos (que dicen relación
directa, repito, y exclusiva con la ciudad de Madrid) entraña
un primer paso para facilitar la extensión a la Comunidad entera.
¿Extender reduciendo? Exactamente eso. La vieja concepción
del "escudo provincial" acumulaba en torno al de la capital
los de los partidos judiciales en una suerte de enrejado o "damero
maldito" de difícil solución interpretativa. Cabe
a ello agregar el carácter puramente "administrativo"
de dichas circunscripciones, sujetas a modificación o cambio
a tenor de disposiciones meramente "legales" o por exigencias,
sin más, del crecimiento demográfico. Dijérase
que cada uno de los incardinados se reconocía en el "cuartel"
de su partido respectivo y no en el "escudo de todos", logrado
(tal es la verdad) por simple y variable acumulación en torno
al de la Villa y Corte.
El nuevo escudo de la Comunidad Autónoma debe seguir la senda
contraria: centrar el "símbolo común" de nuevo
cuño, adornándole con recordables huellas históricas
y coronándolo con otro vestigio no menos histórico y recordable.
Tres símbolos únicos en lo que a medida que se reduce
la vieja referencia "local", resplandece, por extensión,
la nueva significación "comunitaria".
Sentados estos principios, anticiparé los símbolos distintivos
de la Comunidad Autónoma de Madrid (así como su disposición
material en forma de escudo que ellos, y por sí solos, conforman
y describen) para luego justificar su significado histórico y
el porqué de su exigencia extensiva: El escudo no tendrá
otro fondo o fundamento que el rojo encendido de la bandera de Castilla
(propia, a su vez, y muy propia de la Comunidad madrileña). Sobre
el campo rojo de la bandera, dos castillos de color amarillo, que podrán
ir enlazados o simplemente yuxtapuestos. Los dos castillos fundidos
se verán sobrevolados por una "constelación"
de siete estrellas blancas de cinco puntas. El conjunto ha de rematarse
por una corona real de color amarillo y con diadema.
De esta inicial descripción se deduce ya el carácter de
"escudo" que la sola y equilibrada disposición de sus
símbolos le proporciona sin necesidad de "marco" (orla
o bordura) ni "cuarteles". El conjunto adquiere desde sí,
y a favor del rasgo geométrico (de la pura "línea),
su entidad cualitativa de "escudo" en la composición
reductiva, atractiva y armónica de las armas que lo integran,
concebidas y plasmadas en términos estrictos de "diseño".